viernes, 14 de noviembre de 2008

COMO LIBERARSE DE UN FANTASMA

Dile adiós a los fantasmas que no te dejan vivir en paz.

Por: Karla P.

Técnicas para despejar el espacio

Ante todo debes recordar que los fantasmas no pueden hacerte daño a no ser que tu les demuestre que les tienes miedo. Si les tienes miedo a los fantasmas, te resultará mucho más difícil librarte de ellos. Aquello que nos repele persiste, y cuanto más le temas a los fantasmas, más se aferrarán ellos a ti. Tu miedo puede hacerle más daño que los fantasmas.
Lo siguiente que debes tener claro, es que el fantasma que hay en tu casa necesita tu apoyo. Está atrapado aquí en el plano terrenal sin cuerpo. Está repitiendo la misma secuencia una y otra vez. En el fondo, estos seres son tan desgraciados estando aquí como tú por tenerlos contigo. Una vez que comprendas que tu fantasma en otro tiempo tuvo un cuerpo y sentimientos, triunfos y desilusiones, empezarás a sentir compasión por él. Es el momento ideal para despejar tu vivienda.
Liberar fantasmas no siempre resulta fácil. Algunos son testarudos y tendrás que convencerlos para que se vayan. A veces, tratar de guiar a un espíritu, es como decirle a un niño que tiene que irse a la cama. Se resistirá, pero al final será más feliz si va. Si tienes un fantasma que se resiste, debe ser amable pero intransigente, y hacerle saber que ha perdido el cuerpo y debe ir hacia el espíritu o la Luz.

1. Limpia la habitación en que reside el fantasma. Presta especial atención al suelo, las ventanas y las alfombras. Ordena la estancia, saca el polvo.
Toma un puñado de sal gruesa y espárcela formando un círculo alrededor de la habitación. Deja una pequeña abertura en el círculo cerca de una ventana o una puerta que comunique con el exterior para que el espíritu pueda salir. Deja la ventana o la puerta en cuestión abierta mientras llevas a cabo la ceremonia. Si hace mucho frío ábrela tan sólo un poquito.

2. Consagra la energía a la liberación del fantasma. Consigue una vela siete días y colócala cerca del lugar donde nota al fantasma. Mientras la enciendes concentra tu atención en el fantasma y repite tres veces: "¡Estás libre y puedes ir hacia la luz!". Repite estas palabras con confianza y seguridad.
Golpea un gong o has sonar una campana (cuanto más grave sea el sonido, mejor), y con fuerza y amor di: "Vete hacia la luz ahora". Repítelo tres veces.
Antes de salir de la habitación pide a los espíritus del otro lado que ayuden al ente apegado a la Tierra en su viaje: "Pido a los espíritus y a los guías que socorren a las almas en su transición de la Tierra al Cielo que ayuden a este ser. Les doy las gracias por su asesoramiento y su amor."
Deja la vela encendida durante los siete días porque la energía del fuego crea un punto focal para que los asistentes del otro lado acudan y ofrezcan su ayuda en caso de ser necesario.